EL ORPER (Oeuvre de Réclassement et de Protection des En-fants de la Rue) fue fundada en 1981, hace ya 30 años, por el P. Frank Roelants, SVD, para responder a la creciente populación de niños y niñas de la calle en Kinshasa, en la República Democrática del Congo Su director, P. Alpha Mazenga, SVD, nos describe el objetivo de la fundación y sus actividades: en la actualidad, Kinshasa tiene unos 10 millones de habitantes. Existen entre 20 y 25. Mil niños y niñas que viven en las calles de Kinshasa; su número. Está creciendo constantemente. Algunos de ellos y ellas están en las calles debido a que la guerra causó que perdieran el contacto. Con sus familias; otros están en las calles porque fueron acusados. Por sus familias de practicar la brujería.
La calle es ya para muchos de esos niños y niñas su«hogar».Vi-ven y comen mendigando o incluso robando a la gente; algunos de ellos hacen un trabajo pequeño y otros venden mercancías de diversa clase. En Kinshasa, la mayoría de ellos y ellas se encuentran. En las calles principales, cerca de los principales edificios públicos. Y lugares donde hay una gran afluencia de gente. Los niños y niñas de la calle se enfrentan a muchos riesgos en sus vidas: la desnutrición, las enfermedades, la falta de cuidado de su salud, la drogadicción, la prostitución, la violencia e la inseguridad. ORPER sale al encuentro para ayudarlos. Su objetivo principal es proteger a los niños y niñas, reinsertarlos en sus familias y proporcionales una reintegración socio-profesional. Esta organización trabaja en el mejoramiento de sus condiciones proporcionándoles refugio, educación y sirviendo de mediación entre ellos y ellas con sus respectivas familias.
Por el momento, ORPER tiene dos centros de acogida, uno para niños y otra para niñas. Se llaman «centros abiertos» porque los niños pueden entrar y salir cuando quieran o lo necesiten. En estos centros, los niños pueden pasar la noche, consultar a una enfermera, comer o jugar. ORPER también cuenta con cuatro centros de ORPER también cuenta con un equipo móvil. Hay un microbús con un equipo a bordo que consta de un profesor, un líder (educador), una enfermera y un conductor cuya misión es encontrarse todos los días, excepto fines de semana, con los niños y niñas en las calles de Kinshasa. Sus objetivos principales son: crear conciencia sobre algunos comportamientos riesgosos; proteger a los niños y niñas de peligros inmediatos; cuidar de la salud de ellos y ellas; referirlos al centro de acogida, es decir, el centro«abierto» y sus servicios. Uno sólo puede maravillarse del modo como funciona este centro cuyo fin es el bienestar de los niños y niñas de la calle.
