Laicos como verdaderos ‘corresponsables’ en la Misión

Laicos SVD
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Laura Díez Bilbao comparte su experiencia después del taller para Laicos del Verbo Divino en Nemi (Roma)

Los laicos de todo el mundo, reunidos en Nemi

El 14 de octubre comenzaba en la Casa AD GENTES en Nemi (Roma) el 1º Taller para Laicos del Verbo Divino, en donde nos dimos cita laicos de países tan dispares como México, Chile, Polonia, Sudáfrica, USA, Filipinas, Paraguay, España, India, Angola, Kenia, Ghana, Alemania, Congo, Suiza y Panamá. Fuimos recibidos con gran calidez y hospitalidad por la comunidad y los organizadores, Tim Norton SVD y Stanislaus Lazar SVD, se entregaron por completo a nosotros y al buen desarrollo del curso. Hasta el 28, fueron sido quince días intensos en los que hemos aprendido, compartido, reído, llorado y experimentado cosas llenas de significado y de VIDA.

El taller comenzó con la entronización de la Palabra y una posterior visión general del Taller. Con gran alegría celebramos la Eucaristía de apertura junto al Superior General, Heinz Kulüke, cuya homilía -bilingüe y llena de guiños cómplices- estuvo centrada en que una de las características más importantes de la SVD es trabajar con laicos misioneros, pues ya no somos considerados meros ‘colaboradores’ sino verdaderos ‘corresponsables’ en la Misión. Su presencia constató la convicción personal y el compromiso que el Superior tiene con todos nosotros.

La parte formativa estuvo programada cuidadosamente, y fue accesible gracias al equipo de traducción simultánea al inglés y al español (Reynaldo Román SVD, Sonny SVD y Gino Jiménez SVD). En las distintas ponencias pudimos entrar de lleno en temas muy importantes, tales como las cuatro dimensiones características de la SVD (Apostolado bíblico, Animación misionera, Justicia y paz e integridad de la Creación y Comunicación) reservando también sesiones para charlar sobre rasgos específicos de la Congregación como el Diálogo Profético y la Interculturalidad. Ahondamos, entre otros temas, en la Espiritualidad misionera y específicamente en la Arnoldina, conociendo los matices que la distinguen de otras y descubriendo cuáles son nuestras raíces. Representantes de otras órdenes y congregaciones religiosas nos aproximaron a su realidad y organización.

El día comenzaba con una Oración de la Mañana, y la lengua no fue obstáculo para celebrar cada día una Eucaristía a las doce del mediodía, acertado símbolo del lugar central que ocupa Dios en nuestras vidas. En noches alternas, los distintos países presentaron a sus grupos locales y su trabajo misionero con diapositivas, power point, canciones, etc. ataviados con sus trajes típicos. Muchos trajeron preciosos detalles de su tierra para regalarnos a los participantes. La primera y la última noche celebramos con una pequeña fiesta nuestro encuentro para conocernos mejor y compartir la alegría de estar juntos en una experiencia tan singular. Nos llevamos grandes amigos y vivencias que no olvidaremos nunca.

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De IZQD a la DRCHA: Gianini Sahagun Becerra (México), Laura Díez Bilbao (España) y Angel Cobian (México)

En nuestra sesión de Plan de Acción debatimos temas muy importantes, de los cuales surgieron conclusiones que se plasmaron en propuestas concretas y sugerencias que se presentarán para su estudio al Consejo General SVD (Generalato). Pero no sólo de formación vive el hombre. Tuvimos el inmenso privilegio de poder asistir a una Audiencia con nuestro papa Francisco, en Plaza San Pedro: momento que vivimos con gran emoción, sabiendo que para muchos sería irrepetible. También paseamos juntos por las Basílicas más importantes: Santa María Maggiore, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán, recorriendo sus pasillos extasiados por la belleza descomunal de su arquitectura y la fuerte espiritualidad que emanan.

Uno de los momentos emocionantes de este viaje fue celebrar una Eucaristía en la Catacumba de Santa Domitila, entregados al fuerte recogimiento espiritual suspendido en aquellos lugares de peregrinación para millones de cristianos de todas las épocas. Después llegamos a la Casa del Generalato, donde fuimos recibidos con alegría y cariño por su rector, Nicolás Espinosa y toda la comunidad, que nos dio la bienvenida con un aperitivo y una posterior comida fraternal; también tuvimos ocasión de hacer un recorrido para conocer toda la Casa.

Asimismo, viajamos a Asís, cuna de San Francisco, para conocer la Porciúncula y celebramos la Eucaristía en una preciosa cripta que hay en un piso inferior. Luego recorrimos las calles de la vieja Asís, su monasterio y los lugares donde Francisco dejó su huella amorosa y sencilla, predicando con amor hacia toda la Creación.
La Eucaristía de Clausura fue una vivencia hermosa repleta de símbolos (velas, flores, agua) en donde cada uno dejó ir toda la emoción nacida de tantos días compartidos. Fluyó el cariño, la complicidad y la fraternidad en los abrazos de paz que nos dimos todos, después de habernos sido impuesta la Cruz del Envío a cada uno de manera personal, tal y como Arnoldo hacía con sus misioneros.

Esta experiencia -marcada por una profunda multiculturalidad- ha supuesto para todos nosotros, y así lo manifestamos, como un verdadero salto cualitativo en nuestro ser misionero; tanto por lo que nos llevamos de lo escuchado, compartido y aprendido en las sesiones, como por la superación de los obstáculos (como la lengua) para acercarnos unos a otros, creando vínculos de amistad y colaboración no sólo entre nosotros, sino sintiendo de forma muy concreta y fuerte nuestra pertenencia a la familia verbita.
El sentimiento general ha sido de inmensa gratitud, de sentirnos muy privilegiados por haber tenido esta oportunidad de aprendizaje y de vida. Creemos que el Espíritu nos ha llevado hasta allí y ha estado con nosotros, y ahora, de nuevo en casa con los retos y desafíos de nuestra realidad, nos está marcando el camino para que éste sea el primer paso hacia una verdadera comunión en ese llamado que Dios nos hace a todos a construir su Reino.

Por Laura Díez Bilbao (LVD-España)

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By Laura Díez Bilbao (Spain)